Por Producción propia de ELA
(Buenos Aires, 22 de noviembre de 2021) - El pasado domingo 14 de noviembre se realizaron las elecciones legislativas en donde se renovaron 127 bancas de la cámara de diputados y 72 bancas de la cámara de senadores. Esta es la segunda vez que se aplica la Ley de paridad de género a nivel nacional, luego de las elecciones de 2019. Según el monitoreo de la Defensoría del Pueblo de CABA el cumplimiento de la Ley de paridad fue del 100% mejorando los indicadores de las PASO 2021 y de las Elecciones Generales 2019. Luego de los resultados del escrutinio definitivo les presentamos la situación de la participación política de las mujeres en el Congreso Nacional.
Cámara de diputados
El balance de los resultados es positivo: mientras 53 diputadas terminan su mandato este 10 de diciembre entrarán 59 diputadas nuevas, es decir 6 más. Esto representa un aumento de 3 puntos porcentuales de la participación política de las mujeres que quedará conformada por 45% de mujeres y 55% de varones.
En cada elección legislativa la cámara de diputados renueva la mitad de sus bancas, lo que implica que con esta segunda aplicación de la Ley de paridad toda la cámara fue elegida bajo este criterio. Haciendo un balance de estas dos elecciones podemos decir que hasta ahora la Ley de paridad de género resultó efectiva en la cámara de diputados ya que en cada elección hubo un aumento porcentual en la participación: 4 puntos en 2019 y 3 puntos en 2021. Con el 45% actual se alcanza cierto equilibrio en la representación de los géneros ya que estamos muy cerca de la paridad numérica.
Sin embargo, no está todo ganado en este terreno ya que según el monitoreo de la Defensoría del Pueblo de CABA solamente el 36% de las listas para diputados/as nacionales fueron encabezadas por mujeres, lo cual aún nos aleja de la paridad a nivel horizontal. Será importante seguir monitoreando los efectos a largo plazo, en las siguientes elecciones, para determinar si estos avances se sostienen o retroceden. Por otro lado, más allá del total de los integrantes que conforman el órgano, es importante también ver quiénes son las autoridades de la cámara, quiénes presiden los bloques partidarios o las comisiones, donde sigue habiendo una predominancia de varones.
Cámara de senadores
Aquí la situación es distinta: de las 10 senadoras que terminan su mandato el 10 de diciembre, entrará la misma proporción, es decir 10 mujeres. Esto no representa un cambio en la conformación de la cámara en términos de género que quedó integrada por 42% de mujeres y 58% de varones.
La brecha entre varones y mujeres de 16 puntos porcentuales es significativa. Sumado a esto observamos que luego de 3 elecciones, con la sanción de la Ley de paridad de por medio, la proporción de mujeres se ve estancada en un 42%. Este escenario deja en evidencia un problema para el avance de una representación más equitativa de los géneros.
A diferencia de la cámara de diputados, aquí cobra aún más relevancia el indicador de los encabezamientos de listas por una cuestión técnica: el hecho de ubicar las candidaturas intercalando los géneros pierde efecto ya que son solo 3 las bancas con posibilidad de entrar (dos por la mayoría y una por la minoría) donde los encabezamientos de esos dos partidos ganadores son los más relevantes. Según los datos del monitoreo de la Defensoría del Pueblo de CABA solo el 34% de las listas para senadores nacionales fueron encabezadas por mujeres. Con estos datos, a la hora de hacer un balance de los efectos de la Ley de paridad podemos pensar que existe una necesidad de revisar la normativa en lo que refiere a los encabezamientos.
El concepto de democracia paritaria es mucho más amplio que solamente el porcentaje descriptivo de mujeres en el poder legislativo a nivel nacional. Es importante no perder de vista la situación de mucha provincias en donde la subrepresentación de mujeres en el ámbito político es mucho más acentuada. Hay que seguir monitoreando la conformación de todos los órganos tomadores de decisiones para que sean equilibrados en términos de géneros, para que los avances se consoliden y evitar retrocesos. La diversidad en estos espacios hace al fortalecimiento de la democracia.